Por MDF. César O. Palencia Bermúdez
Le saludo fraternalmente estimada y estimado lector; en esta ocasión, mi colaboración de esta dinámica revista “ESTILO JURISTA”, habré de tratar el tema para saber de manera general, el explorar, crear y entregar valor a nuestra apasionada profesión y satisfacer así, las necesidades de un mercado muy competitivo.
Según el reconocido abogado Doctor Miguel Carbonell, existen en México más de 1,600 escuelas y facultades de derecho, creándose cada semana 3 nuevas en promedio; por lo que podemos darnos cuenta, de la importancia en la innovación y de preparación que en nuestro quehacer frecuente requiere. Desde que ingresamos a un mercado laboral en la abogacía, se marca una intensa competencia por la saturación de colegas que buscamos ganarnos la vida con bajos costos en nuestros merecidos honorarios, ello para ser más atractiva nuestra oferta profesional; no obstante reza un refrán que un cliente debe conocer: “si busca un abogado barato, puede ser como adquirir un vino de dudosa calidad…en el que mañana le dará un fuerte dolor de cabeza”.
Es por ello del enorme valor que este tema nos debe ocupar, pues nuestros servicios legales son intangibles y ello nos limita mucho en la captación de clientes, estando en la reserva de las referencias de las personas, siendo estas buenas o malas. La publicidad es entonces, vital para ampliar nuestro círculo de influencia.
Antes de brindarle algunas recomendaciones para dar a conocer nuestros servicios profesionales y con ello ampliar nuestra cartera clientelar, es importante anotar que lo importante es reconocer que la publicidad en el sector legal es exclusiva e inusual, pues una mala acción publicitaria no acaba con uno de nuestros “productos jurídicos”, acaba por tiempo indeterminado con nuestra marca personal. Dentro de las sugerencias, le aludiré cinco importantes técnicas de marketing, que deberán ser medibles, pues caso contrario simplemente no es marketing:
“Empiece por la fruta que está más abajo en el árbol”, es decir, la más fácil de apresar; en este caso son sus clientes que deben de estar atendidos, pero ahora con mayor ímpetu en el trato y en la continuidad comunicativa.
Crear una página web que contenga una cómoda infraestructura y un pleno valor de contenido tanto en texto como en video: recuerde que quienes visitarán su página, no son abogados. No olvide utilizar newsletters, imágenes, banners, infografías, entre otros, que un experto en diseño gráfico habrá de conocer.
Con sus clientes, sean presenciales; de consultoría en redes sociales, telefónica o de su página en internet; no necesitan escuchar términos jurídicos inentendibles para ellos. Lo que su cliente solicita de Usted, son términos fáciles de comprender; permítase verse en su esplendor su destreza jurídica y entereza, para explicar en un lenguaje sencillo cuántas veces le sean necesarios las interrogantes de su cliente.
No se centre en la venta, sino en mostrar lo que sabe. Para ello utilice a su favor las redes sociales, publicaciones en periódicos o revistas, otorgar conferencias o capacitaciones, entre otros en la que se dé a conocer su imagen y conocimientos de interés general.
No olvide sus relaciones públicas, pues ello lo identifica como individuo social y empático.
Sin embargo estas recomendaciones generales, deben estar ampliadas por un experto en publicidad y de diseño, empero de nada serviría si Usted abogada o abogado, no reúne los siguientes adeptos: eficiencia para conseguir más con menos; capacidad de anticipación, para el manejo de posibilidades en el asunto encargado; y manejo eficaz y claro de costes, que es el temor inicial del cliente.
Mucho por abarcar del tema, pero será ello lo que marque la capacitación respecto a este tan importante tema.
Nos leemos pronto.
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