El día 03 de julio del año 1955, por primera vez en México, las mujeres emitieron su voto en unas elecciones federales, dejando en claro que con esto se dio un paso importante en la obtención de la igualdad de derechos políticos dentro del país.
Aunque significó un parteaguas para la obtención de ésta y más prerrogativas, actualmente no se tiene una plena seguridad de que las mujeres gozamos de una igualdad reconocida por todos, ya que continúan las muestras de discriminación por cuestión de género en muchos ámbitos de la vida cotidiana. Un claro ejemplo de ello es la desigualdad que se refleja en el área laboral del país, pues según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, a inicio de año existía una brecha salarial de un 13% menor para las mujeres con respecto del salario percibido por hombres. De igual manera, en algunos empleos las mujeres son discriminadas por razón de género, no sólo por parte de compañeros laborales, sino también por los mismos patrones, quienes incluso se han negado a contratar personas por este hecho.
El ámbito familiar no queda exento de estas faltas, ya que últimamente se ha registrado un alza de denuncias por parte de mujeres que han sufrido alguna clase de violencia dentro del hogar. Aunque actualmente existen múltiples organizaciones que brindan apoyo y protección especializada a éstas víctimas de violencia, aún queda un gran hueco que subsanar, ya que, lamentablemente, dichos organismos no pueden cubrir en su totalidad a la cantidad existente de mujeres afectadas.
Pese a lo anterior, es importante resaltar el reconocimiento que el Estado ha hecho hacia las mujeres en materia de igualdad y equidad de género, sobre todo en el ámbito político del país, en donde existe una paridad de género adoptada por la mayoría de los estados de la República. Aun así, son pocas las mujeres que han aspirado y ocupado cargos políticos de renombre, sin embargo, la eterna lucha por lograr un verdadero estado de derecho en donde hombres y mujeres sean iguales ante la ley continúa.
Su revista Estilo Jurista, motiva a todas aquellas profesionales del derecho a que persistan en la lucha por el reconocimiento de la mujer, no sólo en México, sino también alrededor del mundo. Debe existir un apoyo que se traduzca en resultados.
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