Es común que en las oficinas se pinte con colores neutro, siendo el blanco y el gris claro los más utilizados por las personas para llevar a cabo la función de decoración en tu entorno de trabajo.
Blanco: Este color es de lo más seguro que se encuentre en las oficinas ya que ayuda a la concentración y además de luminosidad, dará un aspecto de limpieza y orden general.
Gris: Este color es uno de los más elegantes y modernos que se puede utilizar en las oficinas si es mezclado con materiales como el metal o la madera dará mucha prestancia al espacio.
Es recomendable que si se opta por otro tipo de colores que no sean los comunes en las oficinas, se puede hacer uso de los colores cálidos y fríos, es por ello que aquí les mostramos los beneficios de cada uno de ellos si se opta por alguna de estas opciones.
COLORES CÁLIDOS
Son tonos muy estimulantes que transmiten fuerza, alegría y movimiento, por lo que se les conoce también como colores activos.
Amarillo: Es un color que potencia la actividad cerebral, favorece la comunicación y la creatividad. Por lo tanto, es recomendable utilizarlo en espacios donde se desarrolle un trabajo en equipo, como salas de juntas o reuniones.
Naranja: Ayuda a interactuar con los demás de una manera conciliadora. Es ideal para un hall de bienvenida o zonas de descanso y ocio, donde la comunicación es más fluida e informal.
Rojo: Activa el sistema nervioso y el ritmo cardiaco. Promueve la firmeza y la objetividad, por lo que nos ayudará a abordar temas importantes.
COLORES FRÍOS
Estos colores se suelen transmitirnos calma, quietud y sensatez, por eso se les llamaba colores pasivos.
· Azul: Reduce la tensión sanguínea y ejerce un efecto relajante, por lo que nos aporta tranquilidad, estabilidad y seguridad. También se asocia a caracteres sensibles y equilibrados, que desarrollan capacidades muy creativas.
· Verde: Representa la luz de la naturaleza, por tanto, el equilibrio y la armonía. Favorece la concentración, potencia el ingenio y la creatividad.
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