La zona de Mapimí forma parte del desierto chihuahuense, el más extenso de América del Norte que se caracteriza con el sol que arrecia bañando las interminables arenas.
Comprende las partes bajas del norte y oriente de nuestro estado, así como el Bolsón de Mapimí. Es justamente en este lugar donde se localiza el Área Natural Protegida (ANP) de jurisdicción federal Reserva de la Biosfera de Mapimí, un área considerada como representativa de los ecosistemas desérticos del norte del país.
Mapimí es considerado un Pueblo Mágico fuera de serie por su aguerrida historia y su ubicación en medio de un desierto inhóspito, pues es en la zona árida y semiárida donde encontramos un clima extremoso de tipo seco que va del semicálido al muy cálido. En este ambiente se constituye un verdadero reto la sobrevivencia de muchas plantas que deben resistir las fuertes olas de calor. Es por ello que en esta zona predominan las cactáceas, deleitándonos por lo menos con 59 especies, además de matorrales y pastizales que juntos, dan ese toque casi místico que identifica a este lugar.
Asimismo, se atesora la presencia de algunas valientes especies que viven imperturbables entre la resequedad. A pesar de esto, es importante acentuar la característica de que árido no significa que no tenga agua, pues la ecorregión es atravesada por los ríos Nazas y Aguanaval, mismos que cooperan con la vida de estos espacios y dan lugar a terrenos aptos particularmente para la agricultura de la Comarca Lagunera.
Aquí te puedes adentrar también a las Grutas del Rosario, en donde podrás realizar el recorrido que es calificado como una experiencia extraordinaria realizada en una verdadera maravilla natural, pues en este impresionante lugar los sentidos se avivan y la magia vuela cuando se tiene la oportunidad de admirar las gigantescas cuevas, las sales y el paso del tiempo que día a día ha dado forma a las espectaculares estalactitas y estalagmitas.
De igual manera, te recomendamos que acudas a disfrutar de la vista que te otorga el famoso Puente de Ojuela. Esta maravilla de la ingeniería fue construida a finales del siglo XIX por el ingeniero alemán Santiago Minhguin, el cual permitió con dicha estructura el nacimiento de pueblos aledaños. Este puente, único en su tipo en América Latina, fue rescatado hace algunos años para el deleite de quien sea gustoso conocerlo.
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