Durante la estadía en la Facultad de Derecho aprendemos un sinfín de cosas que contribuyen a la preparación profesional de cada futuro abogado, todo esto se logra mediante el estudio constante; es decir, nuestro aprendizaje se basa en la lectura de textos jurídicos, pero, fuera de la universidad, el área laboral contempla cosas que en la teoría no se aprenden.
Una de ellas es la redacción de contratos, si bien éstos se estudian por un periodo determinado, en el momento de poner en práctica dichos conocimientos, se suele caer en aprietos, en la mayoría de los casos esto sucede porque no combinamos la teoría con la práctica.
Es así que en esta nueva edición de la columna Redacción Jurista, les presentamos consejos básicos para redactar un contrato en general, teniendo en cuenta que éste debe ajustarse siempre a la situación en concreto. Igualmente, es importante resaltar que el estudio de estos escritos es amplio, pues abarca una serie de requisitos, elementos y clasificaciones de los mismos, por lo que en esta ocasión nos avocamos simplemente a su estructura en general.
Antes de comenzar, debemos tener claramente definido qué es un contrato, por lo tanto, podemos definirlo como un acuerdo de voluntades que genera derechos y obligaciones entre los contratantes.
El texto como tal cuenta con una serie de elementos que permiten darle forma, los cuales se enumeran a continuación.
Título
Lugar y fecha
Nombre e identificación de las partes
Antecedentes y declaraciones
Cláusulas
Firmas
De manera general, éstos son los datos que debe presentar un contrato, aunque es preciso que dentro de ellos se deje claro el objeto que motiva el mismo, así como cada una de las condiciones que se buscan cumplir, generalmente esto se redacta dentro de las cláusulas, que es en donde se estipula la duración del contrato, los datos de identificación de ambas partes, el objeto, precio, forma de pago, y demás relativos a éste, además de que también se debe definir la fundamentación del texto. De la misma manera, el estilo de redacción depende de cada jurista, pues esta varía de uno a otro.
Como se mencionó anteriormente, la principal recomendación al momento de redactar un escrito de este tipo es cuidar siempre la precisión del texto, ya que si se emplea un lenguaje complejo o no existe coherencia entre en texto, se pueden presentar confusiones que den pie a futuros conflictos.
Juristas, esperamos este artículo sea de su agrado y contribuya a la formación profesional de todos los abogados y estudiantes de derecho que siguen nuestra página. Agradecemos sus comentarios y sugerencias para crecer y mejorar dentro de la comunidad de Estilo Jurista.
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